Chapter 365
Capitulo 365 —¢ Pedro no te dio el acuerdo de divorcio para que lo trajeras? —pregunto Bella.
La expresion de Miguel permaneci6 tranquila: —No he recibido ninguna indicacién del director Romero al respecto.
—¢Acaso pretende ir directamente a la oficina de registro civil? —volvié a preguntar Bella.
Miguel respondié sin inmutarse: —Lo siento, sefora, no estoy al tanto de las decisiones del director Romero.
Bella entendi6 entonces que Pedro, acostumbrado a estar por encima de todo, no iba a concederle a ella el divorcio tan facilmente, después de haber sido humillado de esa manera.
—iSefor! Bella iba a despedir a Miguel cuando una mujer, que parecia ser una enfermera, se acerco con urgencia.
—La herida de la seforita Garcia le esta doliendo mucho, incluso derramé el desayuno que usted le envio, y dice que quiere que le pongan una inyeccion para el dolor. No me he atrevido a tomar una decision por mi cuenta, 1 asi que vengo a preguntarle qué debo hacer! Asi que resultaba que Pedro habia pedido a Fiona que le preparara el desayuno a Anna, y el suyo era solo el resto.
Bella esboz6 una amarga sonrisa. This is the property of Nô-velDrama.Org.
Sin embargo, la expresion normalmente tranquila de Miguel cambié, y comenzo a reganar con preocupacion ala enfermera: —; No te dije que llamaras si habia algun problema? ;Cémo es que has venido hasta aqui? La enfermera se apresur6 a disculparse: —Lo siento, sefor, mi teléfono se quedd sin bateria, y la sefiorita Garcia me estaba apurando, asi que pregunté a las enfermeras y me dijeron que usted estaba aqui, por eso vine.
—Miguel, si tienes asuntos que atender, ve primero —dijo Bella en tono suave—. También
puedes llevarte el desayuno, realmente no lo necesito.
Miguel not6 el tono diferente en la voz de Bella. Se apresur6 a explicar: —Sefiora, el desayuno fue preparado especialmente por Fiona para ti, por indicacion del director Romero, con todos sus platillos favoritos...
—Ya veo —Bella lo interrumpié con una sonrisa —. Dile que no se moleste mas, no lo merezco.
I Sabiendo que nada de lo que dijera serviriade algo, Miguel solo asintio y, junto con la enfermera, se retiré de la habitacion.
I En la oficina del presidente Romero. I I Miguel informé cautelosamente a Pedro, que tenia la cara fria y un escalofrio en todo el I cuerpo.
—Director Romero, he llevado el desayuno a la seforay a la gerente Garcia, pero... parece que la sefiora no esta de muy buen humor.
—:Qué sucede? —pregunté Pedro con frialdad.
Miguel suspiré con resignacion por su vida miserable, consciente de que su jefe estaba de mal genio.
Luego le conto lo que habia ocurrido durante su visita a Bella esa manana.
Al escucharlo, el rostro de Pedro se ensombreci6 alin mas. Miguel se preparé para recibir la reprimenda.
—iEn estos momentos, lo Unico que se le ocurre es el divorcio! —exclamé Pedro, arrojando con fuerza la carpeta que tenia en las manos.
Miguel se quedo sin palabras, sorprendido de que su director supiera ir al grano.
—Director Romero, parece que la sefiora se ha lastimado el pie, pero no quiso que Illamara a un médico. ;Quiere ir a visitarla? —pregunto Miguel en voz baja.
Pedro, cada vez mas molesto, respondio: —iYo no soy médico! ;Qué voy air aver? Miguel permanecio en silencio.
Mas tarde, durante el almuerzo, Bella por fin pudo ver a Carlos.
I Tenia una venda en la frente, pero aun asi conservaba su atractivo, con un toque de seduccion perversa.
—Vaya, no eres tan bueno peleando como Pedro. El sali6 ileso. —lo provoco Bella con ironia.
Carlos la mir6 con cefio fruncido, reclinado en el sofa, sin estar de muy buen humor. —Me has hecho venir con tanta prisa. ;Qué es lo que quieres decirme?