Capítulo 20
Capítulo 20
Capítulo 20
Dos horas más tarde, Kathleen yacía debil en la cama.
Su cuerpo estaba cubie: to con una manta negra, y su piel era especialmente pálida por contraste. Las marcas en su suave cuerpo eran restos de la apasionada sesión anterior.
¡Esa bestia!
Kathleen se mordió los labios y se quedó mirando al hombre que se estaba poniendo la ropa al lado de la cama
– Le dire a Nicolette sobre esto. Sólo tienes que esperar -amenazó.
Samuel levantó las cejas y dijo:
-¿Todavia tienes energia para hablar?
Kathleen frunció los labios.
Samuel se agachó y se apoyó con sus brazos en los costados de ella. Afectuosamente, levantó la mano y le acarició la frente.
-Ni siquiera tienes forma de contactar con ella. ¿Cómo piensas chivarte de esto?
Kathleen se quedó helada.
Sin dejar de mirarla, continuo:
– Además, tú también tienes tu orgullo. No creo que una persona timida como tú muestre su cuerpo a otra persona.
Kathleen resopló y se metió bajo la manta.
-Voy a salir un rato. Deberias descansar bien. Le pedire a Maria que te traiga comida, para que no tengas que levantarte de la cama -recordó Samuel.
Kathleen lo ignoro.
De repente, sintió que algo se deslizaba bajo la manta.
Samuel le tomó la mano y le puso una tarjeta negra en la palma.
–Investigare para ver por qué la tarjeta negra fue cancelada. Recuerda llevarla siempre contigo. Si no, lo vas a pasar mal sin dinero,
Kathleen permaneció inmóvil.
Después de ponerse el traje, Samuel se dirigió a la calle.
Kathleen tiró la tarjeta negra al suelo.
Los ojos de Samuel sc oscurecieron y se marchó tras darse la vucita,
Kathleen miraba al techo mientras estaba tumbada en la cama.
«Nunca más gastaré el dinero de Samuel. Mañana en adelante, gararé mi propio dinero! Pero… ¿Qué puedo hacer?
Se volvió incompetente desde que se casó con Samuel. El problema de sobrevivir nunca se le pasó por la cabeza.
He metido la pata… >>
Después de salir de la residencia de los Macari, Samuel subió a su coche y llamó a Tyson. Le indicó:
-Llama al banco y pregúntales por qué han cancelado la tarjeta de Kathleen.
Sorprendido. Tyson preguntó:
-St. Macari, ¿no fue usted quien pidió que se cancelara?
-¿Cuando te pedi que lo cancelaras? ¿No te dije que seguiria cuidando de Kathleen incluso después de divorciarnos? -Samuel respondió con el rostro ensombrecido.
Confundido, Tyson respondió:
-Pediré al banco que lo reactive. Còntens bel0ngs to Nô(v)elDr/a/ma.Org
Samuel ordenó con frialdad:
-Apurate y recuerda lo que dije hoy. Incluso después de divorciarse, Kathleen seguirá teniendo un trato especial como siempre.
Tyson asintió y respondió:
-¡Entendido!
Empezó a sentir que Samuel podria tener sentimientos hacia Kathleen.
Con indiferencia, Samuel indicó:
-Espérame en la oficina.
Sintiéndose confundido de nuevo, Tyson pregunto:
-Sr. Macari, no va a ir al hospital?
Samuel respondió con frialdad:
-¿Puedes manejar la compania solo si voy al hospital todos los días?
-No, no puedo. -Tyson era muy consciente de que no era capaz de hacerlo.
-Voy a colgar -Con eso, Samuel termino la llamada.
Justo cuando se preparaba para ir a la empresa, Nicolette llamó
–Samuel, no dijiste qur volverías en un rato? ¿Por qué no has vuelto todavía?-se quejó Nicolette.
-Tengo que resolver algunos asuntos de la cmpresa. He contratado a un cuidador para que te atienda. Descansa bien. Ahora cucigo-respondio Samuel y colgó.
Nicolette se quedo atonita cuando Samuclle colgó el teléfono.
«De verdad me ha colgado? ¡Debe ser culpa de Kathleen! Esto no servirá. ¡Tengo que encontrar una manera de hacer que Kathleen me done su médula ósea y desaparezca de este mundo!»
Mientras tanto, Kathleen al fin se levantó y se ducho. Salió de la habitación después de ponerse un traje holgado.
bajo a ver como estaba Diana.
Aparentemente llena de energia y de buen humor, Diana dijo:
-Katie, estas aqui.
Con las mejillas rosadas, Kathleen preguntó:
-Abuela, ¿cómo te sientes?
– Me siento mucho mejor. -Diana tiro del brazo de Kathleen y se subio las mangas.
Kathleen no sintio más que incomodidad.
– Samuel, ese mocoso! No tiene nada de compasión. No tienes que mimarlo. Aunque sea importante quedarse embarazada, tu cuerpo también lo es -le reprochó Diana.
Aloir eso, Kathleen se sintió aun mas incómoda.
Sabia que esto ocurriria si se quedaba en la residencia de los Macari.
-Pedire a la cocina que te prepare una sopa de champiñones. Deberias tener más luego. -Diana se rio y continuo- Me emocione mucho cuando me entere de que tu y Samuel se quedaron a dormir. Definitivamente me recuperaré más rápido con mi querida Katie a mi lado.
Kathleen respondió sonriendo:
-No soy capaz de hacerlo.
Diana comentó con Carino
Katie eres mi mejor remedio
Kathleen apoyo su cabeza en el hombro de Diana le gusto a todo el mundo en la familia Macari, excepto a Samuel ¿Por que?»
-Katie, no tengas miedo. Hazme saber site has equivocado. Te ayudaré. –Diana tomó las manos temblorosas de Kathleen.
Kathleen asintió y tarancó en respuesta. Las esquinas de sus ojos se estaban humedeciendo. Tenía miedo de que Diana se enterara acique contuvo las lágrimas.
Después, el tiempo paso volando mientras charlaba con Diana.
Alas ocho de la noche, era hora de que Diana descansara.
Kathleen salió de la habitación de Diana.
Samuel aun no habia regresado.
Kathleen sintió que Samuel no volveria por la noche.
Cuando volvió a su habitación, recibió una llamada de Gemma.
-¿Gemma? –Pregunto Kathleen en voz baja.
-Kathleen, necesito tu ayuda para algo -dijo Gemma con timidez.
-Bien. ¿Qué es?
-He sido voluntaria en un hogar de caridad, pero no puedo ayudar por lo que le pasó a Benjamin. Estaba pensando que tal vez podrias ayudar. ¿Te parece bien? -preguntó Gemma con timidez.
-¡Por supuesto! Eso es bueno-aceptó de inmediato.
– Hay niños con autismo, asi que sus condiciones son un poco especiales. Tendrás que tener paciencia y, por favor, cuidate también recuerda Gemma.
-¿Autismo? -Kathleen había oído hablar de este trastorno, pero no sabia mucho sobre él.
Cemma asintió y explicó:
-Si. Estos niños son bastante lamentables. No interactúan con el mundo exterior. Están inmersos en sus propios mundos. La vida se hace difícil para ellos una vez que sus padres o parientes ya no están,
porque no hay nadie que se ocupe de ellos.
Al oir eso, el corazón de Kathleen se desgarro.
«Ahora que tengo mi propio bebé, espero que mi precioso pequeño pueda crecer sin problemas. Solo quiero que mi bebe sea feliz
-De acuerdo, estaré alli manana -aceptó Kathleen y acarició su vientre.
— Te enviare la direccion y alguna información. Siento mucho molestarla -le agradecio de nuevo,
Kathleen contesto sonriendo:
-No tienes que ser tan cortes conmigo. Estoy más que dispuesta a ayudar en algo asi.
Gemma dio un suspiro de alivio y dijo:
-Ok, me alegro de oirlo. Ahora tengo que ir a trabajar, asi que tendré que terminar la llamada.
-De acuerdo. -Kathleen colgó el teléfono.
Poco después, temno su tableta e investigo sobre el autismo.
Mientras lo hacia, se quedo dormida.
Cuando Samuel volvio, la encontró durmiendo apoyada en el cabecero de la cama. No tenia manta y su tableta seguia encendida.
Se acercó y justo cuando estaba a punto de apagar la tableta, leyó las palabras: ¿Cómo las complicaciones durante el embarazo provocan el autismo en los niños?
Su mano temblo ligeramente.
<¿Está embarazada?»